Ya fue escrito en el Génesis,
no veo diferencias actuales,
los humanos no somos iguales
pero, tenemos mismo origen;
Somos similares partes
desglosándose en pares asimétricos,
mitades tras mitades;
mujeres que nacen de hombres;
Costillas en plena ausencia
que renuncian a su alma original,
divisiones ininteligibles siendo
uno sólo cuando somos de Dios.
Lo que nos mantiene vivos
es ser individuos de sangre,
reencarnados en piel y sentimiento,
buscando por nuestra Otra Parte;
Vivimos felicidades ajenas
al corazón y temerosas al conocimiento,
pero todas repelen este misterio,
¿Cómo amar si nos dejan solos?
¿A quién culpar cuando besamos
sin encontrar los labios que merecemos?
Somos hombres que aceptamos
sin conciencia, nuestro dolor.
Yo ya tomé parte contra ella,
y pronto ella tendrá Amor,
no seré su futuro ni su melancolía,
¡Seré la llama que le ha dejado de quemar!
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