¿Qué y cuál problema?
no es por amor, no es por rimar,
ni por vivir, ni por amar,
tampoco por sentirse amado,
tampoco por amarte sin sentido,
menos por exagerar cariño...
Si no te he hablado,
no es exageración del destino,
es porque no me gusta exagerar
al saber que te podría amar.
Si no te he besado,
no es exageración mía,
es porque busco el momento
para lograrte enamorar.
Si con una mirada cruzada
y un suspiro al aire, exageras
con quererme conocer:
¡Aún me puedes seguir viendo!
Si con esperar mi voz
y un suspiro al aire, exageras
con quererme conocer:
¡Aún me puedes seguir esperando!
El problema es hermoso:
no es amor, no es rimar,
ni es vivir, ni es amar,
tampoco es amarme,
tampoco es amarte,
es que no necesitamos exagerar...
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