Hoy me hubiera gustado que me gustaras
más que por tu voz alejada o tus labios pintados.
Bien me hubiera gustado conocerte más,
más que en tu sonrisa recelosa o tu ropa cara.
Ya me hubiera gustado conocer
más de tu tez aceitunada o de tus largos cabellos.
Es que me hubiera gustado conocer
más que tu mirada desatenta, tu destino en la ciudad.
Sólo me hubiera gustado más
conocer tu nombre y conocer dónde bajas.
Y me hubiera gustado que te gustara yo,
saber adónde viajas y si te gustó mi poesía durante el camino.