Ella apenas respirar me dejaba
con su maldito andar lleno de adorno
dotado de su incitador soborno
endulzado de tan suaves costumbres.
Su apego alcanzó ver si me alejaba
de mi tiempo y mis ojos todo aquello
que consideré en otros días bello
por complacerle en sus incertidumbres.
Yo le rogué las mismas libertades
que ella se impuso como prioridades
y respondió con sílabas gastadas:
Amor, no soy la chica de tus planes
deja de actuar como si hubiera algo real
¿olvidas que sin compromisos es lo ideal?
No hay comentarios:
Publicar un comentario