viernes, 27 de noviembre de 2015

Sin Título

No tengo frenos para quererte
quizá no los necesite, ¿verdad?
Si te has llegado a quedar así,
tan dentro de mí, vigilante amante,
lo que me das que no cese,
buscaremos formas más creativas
para confrontar con palabras
lo que en el agitado corazón se ahoga.

No veo como de absurdo debes verme,
cuando me ves indagando silencios
a la mitad de tus besos imperantes,
que sangran jalea de cereza fermentada
mientras nos vemos a oscuras las caras.

¿Qué turbado pensamiento te vuelves?
Si siempre te arrastro en mi piel
como lijas de blanca cera.

Si he de robarte un solo momento
para que por amor me pidas lo que necesitas,
es esta la ocasión que tanto deseamos
para ser suficientes atados al tacto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario