viernes, 25 de noviembre de 2016

Garabatos De Una Niña Grande

La niña grande no sabe qué pedir
pero opta por garabatos que a la distancia
dejan líneas entre líneas.
Un lenguaje articulado de coqueteos
e indirectas frenéticas
alimenta su fuego pasional por lo que desconoce.
Lo que no tiene lo quiere sin saber porqué.
La niña grande no sabe cómo pedir
porque cuando exige se siente egoísta,
porque cuando enmudece
cede el paso por horas a las malas terapias.
Sus garabatos con trazos cada vez más fuertes
ahora forman letras, lágrimas y otras rayas.
En otro papel que no es papel
mancha de maquillaje sus huellas cicatrizadas
y rehuye y reniega caprichosa
de un amor que discute que no es amor.
Sus travesuras le han costado caro:
una dosis de olor a sangre, a desencanto y a ira.
Mancha de café tres leches su boca
y de mentiras las que se topa
porque sus garabatos no alcanzan
los caramelos que muy alto están guardados.
Mi niña grande, mi niña tonta,
los caramelos se compran,
es atención lo que a ti te falta.
Tus berrinches buscan a alguien,
alguien que aunque no entienda tus garabatos,
siquiera de noche
y con voz alta
te los lea
cuando la blusa te desabroche...

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