jueves, 23 de septiembre de 2021

Las nubes diferentes

Para Isamar

Si acaso te até muy fuerte
al sino de mis abrazos de trinchera,
fue por fe,
por pasión desbordada
y por el regalo que fue vivirte.

A oscuras o a poca luz
el pálpito sincronizado
se nos acurrucaba del labio al pecho,
y nunca te negaste
ni te dormiste tristeando.

Las fechas en las ciudades más ajenas
no te resultaban interesantes,
aquellas caminatas por las playas febriles
tampoco te importaron demasiado,
lo que querías era que lloviera a donde fuéramos,
que lloviera un jarabe de inmensidad...
te empecinabas siempre, hasta el cansancio,
en ver todo el mar en tus ojitos
aún cuando estábamos tan arriba
o aún cuando estábamos tan inmersos nadando.

El tejido derramado de tu voz,
las penumbras divertidas,
los licores en tus besos,
la arrogancia de sentirte feliz,
todos tus adornos para la calma
y todas tus almohadas para tu locura,
todo lo fui para ti,
te lo di
o te lo dejé.

A las fiestas de tu cabello y tu desnudez
nada les faltó ni les sobró
y cuando contaste los años sin mí
tampoco falta te hice realmente.

Entre estaciones, solsticios y equinoccios
las dimensiones del tiempo
parecen estrecharse como nunca antes...
porque cuando hayas decidido recordarme
lo habrás hecho franca
y por poemas destintados,
lágrimas secas,
manías malqueridas,
texturas casi muertas,
nervios antes del desayuno,
café a deshoras,
temas para aburrir,
programas de TV,
las frases más empolvadas
o los lienzos que susurran una profana proximidad
de mi manera cálida de mentir...
seguro que tú lo recordarás mejor...

Y más diferente te parecerá el negro océano,
así de diferentes las palabras en llamadas a larga distancia,
diferentes las veces que decidas tomar un taxi,
las ocasiones en que te pierdas bebiendo sin contar los tragos
y todas las fuerzas que te vuelvan al cuerpo
cuando halles nuevas estrellas
para contar desde una ventana de hotel...
porque así mismo
tú y yo nos vamos a querer tan diferente,
pero esto ya lo sabías antes que yo, ¿verdad?...
es que tan iguales como diferentes son las nubes
desde que nacen hasta que se mueven
este amor nos parecerá siempre una nube
aún si nos llegásemos a reencontrar...
solo dime, ¿de qué color la piensas pintar?

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