No eres indispensable para mí,
pero no es tarde para que lo seas;
No eres el remedio que me recetaron,
pero no es tan malo que trates de curarme;
No eres la amante más dedicada,
pero no busco más de lo que ya eres;
No eres tan sincera como esperaría,
pero al menos sabes como mentirme.
Tú simplemente no eres para mí,
no eres paz, ni luz, ni amor;
Eres hiel, hermosa pero hiel,
eres de otro y me dices que eres fiel;
Eres libre, eres mía y eres de él,
no me quieres, ni lo quieres, ¡eres mujer!
Quieres vivir un sueño, una noche en París,
Quieres vivir un sueño, una noche en París,
tres martinis y todo un libro para ti.
Fuiste mía más que de cualquiera,
una entera ráfaga que alienta;
Eras pura, eras fría pero muy pura,
me dejaste y te hiciste una aventura;
Ya jugaste y aún no aprendes,
que para ser feliz aún te sobran años;
Aún te quedan mis dos brazos,
cuatro paredes, mil recuerdos y estos besos.
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