Ejercitaron mis dedos torrente
caudal sin reemplazo ni leve enredo,
palabras obra de mi mano y frente
que por ahora sin culpa te concedo:
¿por qué no lloraron mis ojos pena
como la que de nostalgia envenena?
Debió ser la pugna del desenfreno
en oposición al negado abrazo
o mi cuerpo de tu mentira lleno
lo que ocupó primero mi reemplazo,
ya que mis ojos por ti se secaron
cuando de perseguirte se cansaron.
Sepas bien que aún ya muertos y arrancados
no te lloraron mis ojos engañados
al saber que quien se quedó en ti no fui yo
sino la duda de que este poema es mío.
palabras obra de mi mano y frente
que por ahora sin culpa te concedo:
¿por qué no lloraron mis ojos pena
como la que de nostalgia envenena?
Debió ser la pugna del desenfreno
en oposición al negado abrazo
o mi cuerpo de tu mentira lleno
lo que ocupó primero mi reemplazo,
ya que mis ojos por ti se secaron
cuando de perseguirte se cansaron.
Sepas bien que aún ya muertos y arrancados
no te lloraron mis ojos engañados
al saber que quien se quedó en ti no fui yo
sino la duda de que este poema es mío.
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