Introducción

El poeta que bebe café sabe bien
que el único mejor aroma
entre la tinta y la taza
es el perfume de su amante.

-Rodrigo Villalobos F.

miércoles, 13 de enero de 2016

Descuido

En el surco de tus diluidas manos
hay exceso de cariño sin brindar retoño
cuando lejanos hallo tus labios
y penetra tu ausencia en seco por mis venas.

Mis pulmones se ahogan torpes,
entre tus fotos con fondos irreconocibles
los suspiros agolpan mi voz moribunda,
quedando solo sobre mí los ecos de tu cabello.

Tanto descuido distancia mi mirada vaga
de tus fraccionados besos disueltos casi del todo,
por eso anhelo con lágrimas tus pocas caricias
que devoran el perfume de tu piel de humo.

Me llevaré a la cama tus lujuriosas sombras
para tornar mis temores en cálido reflejo,
así más fácil será odiarme por salir a sentir el sol
que las aguas contaminadas de tus palabras.

Hallará paz mi boca en los fragmentados sueños
si la brava marea de tus susurros me cubre
como sábana de nieve adicta a mis lunares,
callando la cordura del momento con amor desmedido.