Introducción

El poeta que bebe café sabe bien
que el único mejor aroma
entre la tinta y la taza
es el perfume de su amante.

-Rodrigo Villalobos F.

jueves, 4 de julio de 2013

Una Dosis De Cera

Si se enfría es dura,
si se olvida es frágil,
si la dejas fluye y
si me amas arde...

Una dosis de cera es buena,
la correcta dosis crea amor,
es el aliciente más incandescente
de los actos más indecentes.

Son incidentes de buena cera
el amar sin ropa
y el treparte con la boca abierta
cuando apenas ves que toco la puerta.

Sintiéndonos lejos del mar
de compromisos de culpa,
somos armas blancas
dispuestas a ser francas.

Corre el azufre de la llama
y desaparece la parafina líquida,
entre los bordes de tu espalda
o el filo de tus piernas.

Es un calor el único sol
que acerca la noche
con la más fantasiosa ilusión,
siendo amigos tras la pasión.

La intensión sin más palabra
que la del grito ahogado
entre tu carne y mi tacto,
son arte de magia en el acto.

Tu cintura y ese encaje
son aguardiente y ceguera,
son agua de color
que adorna toda esa cera.

Una pieza de piso
y una cama son clima,
el mundo gira
y tu mirada me inclina.

Sufriste de espera, yo de placer,
las paredes de encanto
y la lluvia de excesivo celo,
para sentir frío el borde de tus manos.

Del espacio en blanco de tu tibieza
humea la vela lentamente
la textura de tu cara traviesa,
tersa me amas y mi pecho te siente.

El apagado incienso
que permanece en tu escote,
me hace pensar
que la presa del cuento se quiere vengar.

Si intentas de nuevo
la luna encender
y pierdes el juicio al beberme,
podrías de mí, un poco embriagar.

No vuelvas a oscuras,
ni quieras ocultar,
que bajo esas velas,
me volverás a desnudar...

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