Introducción

El poeta que bebe café sabe bien
que el único mejor aroma
entre la tinta y la taza
es el perfume de su amante.

-Rodrigo Villalobos F.

domingo, 15 de junio de 2014

Al Hombre Que Tú Quieras

Al hombre que tú quieras
le darás lo que prefieras
cuando vea lo que en ti he visto
 y te enteres que al fin desisto.

Cederé a mis intentos dolidos
dados cada uno y todos por fallidos
al no ser lo que tú buscabas
ni con lo que te conformabas.

En tu ventaja eres dama
ni necesitas dinero, tampoco fama
para encontrar amor verdadero
donde un hombre no lo ve certero.

Las dudas, todas, las despejarás
al tener claro con quién harás
la vida que has soñado
y los besos que has imaginado.

El margen que me excluye
permanecerá en olvido que fluye,
se quedará en mi voz
lo que pudo ser de los dos.

Pero al verte tan feliz y plena
me arropará el frío, esta pena
de no despertarte por la mañana,
donde otro velará por verte sana.

Mereces cada tarde, noche y madrugada
sentirte la mujer más amada
aunque no fuera en mis brazos
ni leyendo mis poemas escasos.

Uno de ambos cumplirá las promesas
que tanto hablamos en camas y mesas,
al menos uno morirá recordando
a qué sabía un cariño que estaba acabando.

Y cuando más alta la luna
toque con su luz la laguna
de tu mente bendecida
será bueno recordar mi partida.

Porque tú eres mujer completa,
hermosísima y de virtudes repleta,
una inacabable fuente de perfección
decorada de femenina pretensión.

Nada cambiará tu buen futuro
de pasión y refugio seguro,
tan distante de la mano sincera
de este loco que se quedó a tu espera.

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