Introducción

El poeta que bebe café sabe bien
que el único mejor aroma
entre la tinta y la taza
es el perfume de su amante.

-Rodrigo Villalobos F.

martes, 2 de septiembre de 2014

¿Por Qué No Te Lloraron Mis Ojos?

Ejercitaron mis dedos torrente
caudal sin reemplazo ni leve enredo,
palabras obra de mi mano y frente
que por ahora sin culpa te concedo:
¿por qué no lloraron mis ojos pena
como la que de nostalgia envenena?

Debió ser la pugna del desenfreno
en oposición al negado abrazo
o mi cuerpo de tu mentira lleno
lo que ocupó primero mi reemplazo,
ya que mis ojos por ti se secaron
cuando de perseguirte se cansaron.

Sepas bien que aún ya muertos y arrancados
no te lloraron mis ojos engañados
al saber que quien se quedó en ti no fui yo
sino la duda de que este poema es mío.

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