Introducción

El poeta que bebe café sabe bien
que el único mejor aroma
entre la tinta y la taza
es el perfume de su amante.

-Rodrigo Villalobos F.

miércoles, 3 de mayo de 2017

Las Horas De Sueño

Las horas plácidas y suaves
ya no las recuerdo
quizá es porque no sé dormir ya solo
quizá solo sé dormir acompañado.
He tenido el sueño en que sueño
al margen del rectángulo de mi cama
pero al despertar solo sigo despierto.
Hace tantas lunas que el desvelo
me ha traído noches placenteras
alejadas de las almohadas
y susurrando vinos y bailes,
entonces la noche se acorta
con el sueño en ella.
A veces duermo y no descanso,
me siento al borde en calma
pero al dormir no duermo
y al volver en mí
veo que no soy yo el dormido,
yo solo sé verme despierto de sol sin luz.

Los ritos y las frases antes de cerrar los ojos
ya no poseen efecto alguno,
a veces creo que solo sé dormir ya borracho,
hasta el asco de recordar
que sigo tan solo como el agua de las fuentes
en breves instantes solas de olas.
En esos y estos casos igual no duermo,
no alcanzo otra dieta que la del insomnio
y vivo durmiendo nubes en hamacas de viento
sin llegar a soñar más que otro se desvela.
Ya olvidé cómo poner los brazos entre la almohada
y olvidé cómo apagar la vista tras mis párpados.
Sin esa tibia alma a mi lado
laminando mi piel entre su piel
no sé dormir mi cuerpo
fatigado de diurnas y nocturnas soledades.

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