Introducción

El poeta que bebe café sabe bien
que el único mejor aroma
entre la tinta y la taza
es el perfume de su amante.

-Rodrigo Villalobos F.

miércoles, 24 de junio de 2020

Los incendios

Era el sexo aquel
nunca como siempre,
continuas orgías de flamas
superpuestas
una sobre de otra,
alguna bajo las demás.

Eran incendios de mediodía y medianoche,
aguijones desnudos de guerra.

Fue en aquel sexo
como siempre y ojalá nunca,
la orgía perpetua de llamas
dispuestas debajo,
a veces por encima,
todas sobradas de las demás.

Fueron incendios recios y tenues,
corazas vacías desbordantes de deseo.

Sería solo sexo acaso
las ocasionales oportunidades
en el interminable calor,
todas agotadas
en el medio de los cuerpos
como gotas de sudor/llanto necesario.

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