Imperdible

Vas a perder todo tu amor,

vas a dejarlo todo a un lado,

te vas a ganar por tu cuenta engaño

y querrás volar con alguien de la mano.

Vas a perder todos tus enfados,

llorarás pero perderás con los años

todo lo que te estorba y es pesado,

atrás no tendrás que mirar mientras tanto.

Vas a perder todo milagro

como te perdí yo en vano,

en alguien encontrarás ya al cabo

quien sepa darte de amor solo un trago.

Vas a perder mucho sin hacer caso
del mundo y sus violentos atracos,
vas a perderte incluso mi reemplazo
y ganarás lo mismo que dejaste tirado.

Vas a perder los malos ratos,

no más exceso, ni escasez, ni maltrato,

solo basta soledad en cada ocaso

que te buscaste sin saber que no era sano.

Vas a perder lo imperdible, y de plano,

vas a perderte por andarte buscando

entre mis sueños sin ser hallazgo

y entre huellas sin alcanzar mi paso.

Oda Al Daño

Oda al daño con apellido

que me cambió la vida,

oda al daño y honra dolida

pues soy otro del que he sido.

Oda al maldito vencido

que murió sin más herida

que la de una dama malquerida

dejándole en otro convertido.

Oda al pecho abierto y perforado
que cayó sin pétalos al suelo
queriendo a un amor morir atado.

Odas a la póstuma en duelo
que nunca hizo recompensado
al único que la quiso en velo.

Sin Título

Sí, la lluvia susurra canciones

de una dama respetada en las nubes

que se escurre todas las noches

para aliviarme de caricias entre vapores.

Sí, la lluvia susurra con gotas

las puestas de sol a oscuras

cuando se desprende de las alturas

la cadencia resonante de horas lentas.

Sí, la lluvia susurra versos

cuando se detiene bajo los focos

dilucidados en charcos de a pocos

si lava reflejos ora fijos, ora arrastrados.