Introducción

El poeta que bebe café sabe bien
que el único mejor aroma
entre la tinta y la taza
es el perfume de su amante.

-Rodrigo Villalobos F.

domingo, 22 de febrero de 2015

En La Boca Del Naufragio

¿Qué privilegio me arrastra
a playas tan alejadas de sal?
No soy electo náufrago en tu piel,
ni menos he merecido tacto de vuelta.

El regreso de tus olas
golpea luego con más fuerza
las heridas a media sutura previas,
que por profundas, hoy en tus costas sanan.

Otros navíos dieron vuelco,
forma y viento a tus arenales,
más yo te ofrezco la medida entera
de unos versos tan altos como tu marea.

Velas y huellas te verán,
etérea y finalmente avante,
desconocida quizá con el tiempo,
pero mía podrías apellidarte, bella isla.

Si aún sola te ves
y en sobras de besos
desierta de amor pero no de calor,
¿podré ser yo a quién has esperado tuyo?

martes, 17 de febrero de 2015

Y Se Hizo El Mar

Islas pocas, vanas todas,
quedan náufragas, delirantes
y asfixiadas entre rocas
mis palabras, ya en mitades.

Se hizo el mar pronto de remos
que surcan breves tus labios,
ya algo turbios, ya algo quietos
al notar que los recorro amplios.

Augurio de sal en agua
desbordando mis velas
será amor o no será nada
cuando apetezco tu voz de sirena.

Marinos paisajes repetidos
se hayan hundidos y todos azules
me proponen tu suspiro,
al ver que por ti, mi ser sufre.

Advierto entonces el estrecho
que ahoga mi suerte,
me flanquea tu miedo y enredo
pues me niego a no tenerte.

Ruge la tormenta ahora airosa
que embiste mi intento de conquista,
mi mano ni tu arena toca
y aún así me siento de ti, la otra mitad.

Hombre Impregnado Fui

Es un circo de humo
la ventaja de tu existencia
sobre estos hombros
que han cargado con tu espera.

Debió quedarse abordo
la voluble disposición
de indisponerte a mí
cuando partiste inoportuna.

No comprenden mis días
las huellas de cada minuto
sin aquella impresión impregnante
de aromatizarte con mi ilusión.

Nada permanece hoy en día
del varón que antes fui,
porque has sido siempre tú
el hurto victimizado de mi desamor.

Rehén sin daño ni secuestro,
te has malgastado la vida
y algo de la mía también,
guardando sólo mis palabras.

Si por darte el desvelo
de mis malintencionados versos
has cedido indiferente,
vete sin ver atrás a mi nueva dama.

Prostituta

Servil teatro de dulzura
siendo tú, tan carne como yo,
deja de lado la ropa
así como tu delicadeza
que te ciñe debajo la figura.
Vente diabla de poco trato
por un trago de fingido cariño,
que más abunda el ruego
cuando el amor lujuria reza.
Consigue alcanzar mis labios
como vino sin copa
y desnudarte erótica como gato
que ya tengo suficiente tortura
con guardarme las cenizas de tu fuego.
¡Tanto afrodisíaco en ti, prostituta,
y yo sin poder corromperte la boca!

Cuando Amarla Intente De Nuevo

Estas manos en desuso
barren el pecado de no tenerla,
apretando los jirones de fotografías
que alguna vez tuvieron su rostro.

Ven mis somnolientos ojos
el arrojo disuadido de su lejanía.

Tan letal breve vino de mujer
se ha mezclado en mi sangre
con la ruina insignificante de mi ser.

Ya la sed y el humo han bailado
el tango de torrenciales despedidas
que en mi piel se hacen enredo.

Ni la gocé, ni probarla logré,
aún virgen la ven mis somnolientos ojos
al arrojo disuadido de su lejanía.

Treta alguna para dar alivio
a tan severa ansiedad malgastada
tampoco he para mi existencia querido.

Falsedad del oceánico vidrio
la recubre de mi tacto,
más por no serle suficiente
que por amarla seguir intentando.