Introducción

El poeta que bebe café sabe bien
que el único mejor aroma
entre la tinta y la taza
es el perfume de su amante.

-Rodrigo Villalobos F.

martes, 20 de octubre de 2015

Sin Título

Recibiendo de ti
el único esfuerzo de tu mente por borrarme,
he notado lo importante que fui en tu vida,
a pesar de herirme hoy en día
con el helado tacto de una elaborada rutina sin ti.

Mudamos y despojamos el alma del otro,
yo te conduje a un lugar mejor
y tú me distrajiste de mil y un fracasos,
yo te entregué seguridad con mis labios
y tú me agradeces sacándome del mundo
que más feliz pudo hacerme: el tuyo.

Mientras tanto sigo caminando
por la piel viva de las calles que cicatrizaron ya
la ausencia de tu andar
y que ahora habito nostálgico y solo.

¡Y puedo enfrentarme a tus contestaciones sin respuesta
detrás de cada llamada,
yo puedo vivir con el dolor que reproducen mis manos sobre tu ausencia,
hasta puedo convivir con el aroma de tu desprecio
pues bien sé que aún puedo suplicarle a los ojos de tu indiferencia
por tu calor!

Y dejarme morir
en el seco prado de tus evasivos actos insensatos de niña caprichosa,
todo esto tan solo a cambio
de que por lo menos tengas memoria para mi nombre
y dejes agitar tu pasión dormida con mi voz y mis poemas...

domingo, 4 de octubre de 2015

Fruta

Almidón de boca y piel
baña los gajos corporales
de tu azucarada frescura.

Cuando te descubrí alta
quise bajarte de ese tallo
y recortarte la vida natural.

Vi tus coloridas formas
y tus aromáticas curvas
entre mis dedos y mis dientes.

Me robé tu entero cuerpo
para satisfacer mi hambre
de antojada necesidad frutal.

Y me fui, dejando caer al suelo
el centro de tu alma ya desnuda
con tus semillas descubiertas.