Introducción

El poeta que bebe café sabe bien
que el único mejor aroma
entre la tinta y la taza
es el perfume de su amante.

-Rodrigo Villalobos F.

domingo, 29 de septiembre de 2013

La contemplativa

Ella es una mujer hecha virgen sin pedirlo, una constelación con caricias adornando sus florecidas estrellas, es el vivo conjunto aromático de virtudes que descansan en su rutina de trabajo.

Todos acuden a ella, por ser mujer, algunos; por ser soltera, otros; por ser mujer, muy pocas; por ser amiga, nadie. Ella es el principio de las conversaciones de envidia y de lujuria, pero pone más caso a asegurar ser el final de cada tema en la oficina como en la calle, quizá por fama o por poder y alguno pensará que por sexo.

No tiene familia porque no la desea cerca, no tiene amor porque le sobra, no tiene lo que otra doncella en su lugar tendría ni lo que a su edad una mujer acostumbra reprocharse. Tal vez es la falta de tiempo o el inicuo suspiro de lo hondo del alma, que, como reloj suizo, apunta a la extinción de sus milagros en suelo y cama.

Se siente consagrada con la admiración de cada hombre que sin buscar la encuentra o que por encontrarla se pierde. Pero no capta la única esencia que de verdad le completa la boca y la existencia, debe ser porque el que amó aún la engaña o porque sigue engañada creyendo que jamás lo ha perdido.

Nunca se sabe más en su caminar, que esta dama de manto estrellado llama al llanto con súplicas para interceder por el gozo carnal de un hombre, así como para prostituir el calor de cada vela que le avientan los ánimos femeninos, por cada ser que no se atrevió nunca a volver, de la piel incendiaria que ella les prometía.

Ella siempre calla el aire que se cuela en las paredes de su religión, porque de hablar más en cada reunión, sabría su jefe la ignorante secretaria que contrató para darle a sus ojos placentera diversión. Mejor callada que delatada, porque el aburrimiento la mata y la falda la siente, más que la rendición de cuentas, pasada de larga.

viernes, 20 de septiembre de 2013

A New Way To Make You Mine

I observed that someone else
wanted give you another sense,
this Another that just appeared
when I was so hesitant about us.

You can say yes but prefer say no,
you could be alone but talking with me
you are needing forgive what I did
even play a new lover's paper.

And for me, everything goes falling apart
between a new way to make you mine
and the price of bring you other man,
at the end, I decided steal your last chance.

I took the pen with kisses on my fingers,
and went for you with a message without read,
you only thought in a thousand of sorrows
until I asked you "what about us?"

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Mi Ser Atado

Compuesta de aires fríos, lluvias estridentes y algunas silentes, compuesta de gripes, de melancólicas tardes grises, incluyendo mañanas seducidas por nieve, porque está compuesta así su vida cuando invierno es, consumida entonces permanece, en ese mundo tan suyo. Y atándome tras ella, algunas veces también al frente, yo vivo.

De marzo a junio me esconde de todo, mi vista queda privada del sol sin sus manos, evita encontrarme, prefiere abandonarme mas yo, me he acostumbrado a su costumbre de no buscarme en esos meses ni para dejarme oírla. A mí me gusta más el resto del año, esa temporada de julio a febrero que se cuela con hielo salpicado, timidez y los labios al cuello que disfruta con tanto interés de mí.

Soy el máximo responsable de su bienestar en el peor de los climas, el que mejor le hace sentir cuando no está en su casa, expuesta al riesgo de respirar. Indudablemente soy importante para ella, siempre y cuando no encuentre su calendario al verano.

Detesto que me deje perdido sin la menor explicación, muchas veces me siento plantado, un retazo de cariño alejado en pleno día nublado, lo odio y demasiado porque me siento relegado de su tacto, relevado aunque suspire de celos. Me ha vedado de compartir muchos de sus momentos y vivencias, no es reproche, son de nuevo celos, celos que son míos todos.

Desde que nos conocimos en un centro comercial, -casualidad y azar que se llegan a entrelazar- ella dijo que fue amor a primera vista, entonces yo también lo pensé, y desde entonces también las fibras de mi alma se confunden con el viento cuando sin ella me encuentro, a su lado siento de verdad mi ser completo, algo atado, quizá dependiente a su nívea piel helada, sin embargo, completo.

Tan entregado amor como el que le profeso, sé que no tendrá, mas me temo que desde que nos conocemos, con el paso repetitivo de las estaciones ella me tiene más distante, yo lo noto. Ella evade mis abrazos que son caricias, besos y una que otra incitación a la desnudez de su cuerpo. Hasta el día de hoy nada he encontrado para solucionarlo, pero creo que se debe a que ella nota en mí algo también, puede ser el desgaste que siento en semejante amorío, es que yo me otorgo todo y ella callada, evita mis brazos que son boca también. O debe ser porque soy pésimo para las palabras y ella peor para darme razones y respuestas en esas conversaciones que acaban en monólogos.

En cada frase expuesta, no mentí ni oculté alguno de mis sentimientos, parece mi amor por ella una flor atormentada en plena tempestad cuando más seguro estoy de que me ignora, espero de verdad que no me bote, yo primero escogería desgarrarme el cuerpo entero que perderme el próximo invierno atado a su existencia.

Hasta el día que haya de distanciarme de su mano tiritando de escalofríos, yo, tras el acecho de una sospecha de culpa, no dejaré de amarle. Pero hasta entonces seré lo que soy en aquella extensión de alegría que le puedo brindar aún hoy, en aquella poética forma de hacerle más ameno el gusto de estar cálida, en aquello todo y en las deshiladas horas que se proponga tenerme, le contemplaré en su belleza, sólo porque se precia de compartirme la cercanía de sus labios más que a cualquier otra prenda...

Firma: Bufanda.

martes, 10 de septiembre de 2013

El Cielo Decidió Mojar

El cielo se decidió a mojar
las calles y mi andar,
los techos de la ciudad,
dejando aroma a tu soledad.

El cielo a mojar se decidió,
antes que tu boca cedió,
un testigo que profesa
es la lluvia hecha amor y promesa.

El que moja es el cielo,
son formas líquidas de hielo
las que abarcan impacientes
nuestras horas si las sientes.

domingo, 1 de septiembre de 2013

Excusas Para Amar (Y Otras Para No Amar) En Un Día De Septiembre

Son las horas del reloj esa suave percepción de que pronto el agua cederá, y que seguro no tardarás más en llegar, porque al ser la víspera un día de septiembre, sé cuanto gustas de romper la distancia que nos detiene un beso.

I

Son las rosas sobre el piso
las que marcan el inicio
de una lluvia primeriza
que en mis manos se desliza.

II

Para confortar al sol,
las luces de la habitación
esperan mejor apagadas,
aguardándote entre velas floreadas.

III

Nos queda un gris matinal
estancado en el ocaso final,
por interrumpir de la noche el paso
con una caricia que llega a abrazo.

IV

Si estás insistente a mi lado,
te aseguro con beso inesperado
que mañana podrá no ser septiembre,
pero que no me alejaré por siempre.

V

No siempre podrás verme despertar,
no conviene juntos estar,
no es excusa para querernos
y no es momento de detenernos.

VI

Nunca oyes cuanto digo,
apenas tiempo paso contigo,
apenas siento tu boca en pago
y sé que es amor lo que te hago.

VII

No encuentro razón suficiente
para hablar de lo que no es diferente,
si nunca terminamos lo que empezó
entonces recordemos con un beso.

VIII

Aún tenemos problemas para iniciar
juntos una conversación por no callar,
es que tenemos esta forma de sentir
que con otros no se podría vivir.

IX

Tenemos tiempo para estar a solas
cuando realmente eres la que me consolas
y soy yo el que te comprendo,
la locura parece que se nos está acaeciendo.

X

El mundo habla de sufrido pasado,
yo busco saber si en mi has pensado,
tú entiendes todo lo que tienes
y espero acá lejos por si aún me quieres.

XI

De espaldas hay besos por si los buscas,
de mí pides algo que te merezcas,
por eso tú me escoges de juego
para luego dejarme por si me entrego.

XII

Son sigilos de invierno,
sobre tu perfume eterno,
cual tus labios de seda
amarran lo que me queda.

XIII

Traen flores estas lluvias,
caen muertas nuestras caricias,
será porque tenemos sospechas,
será que ya no me aprovechas.

XIV

Se vale pedir perdón si se siente,
es el recuerdo la receta prudente
contra un amor que no se ha ido,
o contra el olvido medio florecido.

XV

Permanecen blancos, pero nuestros,
quedan tristes, porque son restos,
están esperando y debe ser cierto,
que los labios tienen reencuentro incierto.

XVI

Lo que juramos por eterno
tiene un final alterno,
esa parte de la que nadie habla,
esa discusión que tanto se entabla.

XVII

Es fácil llorar cuando invierno es
como se llora un amor que no es,
y alzados tus besos en mi boca dividida
son sólo agua que pasa llovida.

XVIII

Caen deshojadas tus lágrimas
cuando pasan de gritos a más,
que si no estoy un tanto cerca
puede que mi olvido a poco se ejerca.

XIX

Para las malas recetas también hay cura,
para las tuyas yo quito censura,
para las mías no tengo respuesta,
pues tu mirada no sé si aún se presta.

XX

Son tus ojos flores de Praga,
esa mirada que poesía traga,
la delicia más funesta
que a buscarme está dispuesta.

XXI

Y debe ser tu coquetería toda
la que merezca tener oda,
y debe ser por como me ilusiona
tu cuerpo cuando al mío reacciona.

XXII

Cuanto forma parte de tu encanto

es dejar que consuele tu llanto,
es dejar que sean mis palabras el arte
que hacen de tu amor mi mejor parte.

XXIII

A flor de ojos de llanto reprimido
debo alejarte aunque no te hayas ido,
porque es tu presencia ese paraje
donde abunda tu voz como brebaje.

XXIV

Desarmar tu boca ilesa,

que de intensión se endereza
a buscarme sin miedo,
es un deseo con el que me quedo.

XXV

Una llamada de atención
que se robe tu indecisión,
una sola que me dieras bastaría
para saber hasta donde yo llegaría.

XXVI

Estoy solo de ahora en adelante,

te has marchado sin que un adiós te cante,
ya estás lejos y oculta entre el resto,
pero estas frases te quedan de recuerdo manifiesto.

XXVII

Cuando me queden de ti menos
besos de los que nunca estuvieron llenos,
entonces estarás muy alejada,
entonces yo esperaré tras de tu almohada.

XXVIII

Comparado el cielo a distancia

con extrañar tu fragancia,
diría un loco que eres pintura,
yo diría que en mis letras está tu cintura.

XXIX

Son de septiembre tus pasos,
son de pronto recuerdos y retazos,
fueron míos tus labios
y acabaron llevándose un adiós.

XXX

Las luces alumbran mejor a oscuras,
tu boca no habla mejor si sólo susurras,
mis poemas son velas sin fuego ni cera,
esta alma ya no tiene quien le quiera.