I
Vean el futuro de lo que fue su pasado,
sientan el miedo que nunca he sentido,
soy un amante mal habido,
ese estorbo que le da sabor cansado
a sus despertares sin haber amanecido.
Me siento la fuerza disfrazada
que busca sus carnes temerosas,
su febril cazador con rosas
que acecha entre la almohada
y el polvo de sus cotidianas cosas.
Soy el paso que le aburre,
la misma calle con pocas luces,
su recorrido de simétricos cruces,
esa emoción que siempre se le escurre
entre colas de gente esperando buses.
II
Mujer, te busco y quiero dedicarte
la métrica más adornada,
el cariño más sincero
y el silencio adecuado para escucharte.
Nada a mi juicio merece tu rechazo,
tu insípida respuesta de cansancio,
o tu indiferente alegría por darte espacio,
soy hombre y sé de otro hombre.
Reconozco en tus salidas tan amenas
la voz de tu feminidad exaltada,
la coquetería de tus suspiros
y las rápidas despedidas entre penas.
III
¿Quién aprendió el lenguaje de tu corazón?
¿quién comprendió que eres viva pasión?
¿Quién aprendió el lenguaje de tu corazón?
¿quién comprendió que eres viva pasión?
¿quién se robo el compromiso de esta relación?
El que haya hecho esto a mi vida
El que haya hecho esto a mi vida
tiene tu conciencia bastante corrompida
y debe estar esperándote a la salida.
Cuéntame de la receta que utilizó,
escucharé atento a lo que te hizo,
esperaré cuando regreses al ver que no te quiso.
Podrá aprender el ajedrez de tu alcoba
o cautivar tus besos como casanova
pero seguirá sin adivinar adonde el Amor va.
¿A quién dejaré aprendiendo el idioma
que con tinta, sólo tu nombre toma?;
ahora, ¿quién será la musa que a tu ausencia, asoma?
¿A quién dejaré aprendiendo el idioma
que con tinta, sólo tu nombre toma?;
ahora, ¿quién será la musa que a tu ausencia, asoma?
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