Si por
azares de la vida terrenal
Tu
nombre fuese inmortal
Y al
nacer fuera de tus padres
El
gusto de llamarte distinto de tu madre,
Disfrutando
la combinación asonante
De un
nombre con más consonantes
Que
vocales, para traducirse
Igual
en todos los idiomas que quiera oírse:
Kyara sería el embellecedor ideal
Kyara sería el embellecedor ideal
Que
pondría título a tu libro teatral.
Yo te
conocí en una fiesta,
Amiga
de una amiga que mucho molesta,
Eras
hermosa en esa fecha
Sin
saber que para mí estabas hecha,
Yo
desconocía de ti todo excepto
Que
eras guapísima, lo acepto,
Quise
conocer sólo tu nombre
Y
pronto quise ser el que te asombre
Hasta
el final de la noche nupcial de otros,
(Que
ojalá hubiese sido de nosotros).
Como no
he podido hallarte
Ni
cuento con el número para llamarte,
Desesperado
y aún enamorado
Este imbécil
empedernido y embriagado
Te escribe
una carta de corazón
Que busca
silenciarte a besos sin perdón;
Ojalá seas
tú, la Kyara que perdí,
Sino
esperaría que me ayudes a mí,
Dándole
a ella el paradero correcto
Que la
ponga de vuelta a mi Amor Predilecto.
Aún
intuyo sin lástima o estima,
Mi ortografía
de alta esgrima,
Sin saber
bien como tu nombre escribir
Conmocionando
la suerte de poderte vivir:
Afortunadamente
podrías ser sólo Kyara
O inapropiadamente
tener una “H” intercalada,
Pero más
consiente en el deseo
Que en
como tu nombre leo,
Tengas Facebook
o simplemente celular,
Así de
nuevo me dejes invitarte a bailar.
Si por
errores pragmáticos al caso
Eres una
chica leyendo este intento en fracaso
Que no
condiciona tu presente o futuro,
Te debo
una disculpa de seguro,
Te entretuve
leyendo algo aburrido
Que debe
parecerte ahora divertido;
O quizá
podrías ser una Kyara desigual
Que
comparte conmigo este hospital mental…
Que
bellísima podría ser la posibilidad
De que
me des una respuesta de casualidad…
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