No es fácil apartarte de él,
tenerte para mí y conversar.
Como duele tenerte así de poco,
saber que le mientes al otro.
Me pesan mucho los hombros
y sé que me alcanza la culpa.
No te puedo desaparecer
pero me encanta intentarlo.
La paciencia no ayuda tanto
y la ansiedad nos debilita, cariño.
La voz se me cansa,
tus manos tiemblan,
el reloj no se para,
las cortinas no hablan,
los besos cesan,
las miradas atrapan,
tu amor se delata
y el mío lo calla.
La lluvia ya casi no cae,
la luz se discurre otra vez.
Tu pelo de nuevo se suelta
y mi boca aún no se aleja.
Podrás pedirme que esconda palabras
sin pensar que puedo perderlas.
Repito la historia que amas oír,
sabes que es la única sin mentiras.
Te empiezas a despegar más
pues intuyes que él pueda llegar.
Te puedo entender,
te puedo querer,
o ser el que prefieres,
me podrás tener,
me podrás detener,
seré tu placer
y el único mar del que puedas beber
sin tener tu vida que vender.
¡Me ganó el juego tu prisa,
que por ganar no te recompensará!
¡Estás malgastando tu amor,
¡Estás malgastando tu amor,
derrochándolo en boda sin luna de miel!
¡Yo quise salvarte siempre
y aún quiero intentarlo aunque tropiece!
¡No te obligaré a que te escapes,
¡Yo quise salvarte siempre
y aún quiero intentarlo aunque tropiece!
¡No te obligaré a que te escapes,
pero sí te deseo muy lejos de él!
¡Volveré por ti, sin fecha ni hora,
yo te enamoraré de nuevo!
Ahora nos debemos ir,
¡Volveré por ti, sin fecha ni hora,
yo te enamoraré de nuevo!
Ahora nos debemos ir,
nos supimos compartir,
nos acariciamos al fin,
sabemos lo que va a seguir,
nos divideremos sin sufrir,
pues desde que te descubrí,
sabía que de ti
nunca me terminaría de despedir.
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