Puedes alejarte del amor, esconderte del sol,
incluso caminar buscando el ocaso,
cambiar los papeles del teatro que vives,
correr tras la calma de una tormenta,
cambiar tu nombre y hacer de tu vida un muro
que te lleve alto, que te mantenga a salvo.
Podrías dar un salto a tu existencia,
ver de pronto un nuevo día sin mí,
ver de pronto lo que de verdad debías sentir.
Podrás hasta la noche dejar caer
sin dolor de mi ausente boca,
sin sabor a pensarme un poco,
hasta podrías hablar sin mencionarme
cuando la fiesta de tu soltería más te embriague,
llorarías el gusto de ser tú
olvidando este mar de poesía sobre ti.
Entonces yo no te sería conocido,
para ti lo irreconocible sería bueno,
para ti el mundo funcionaría mejor,
mientras de veras mentirías
al verme, al negarte tú sola
que de mí no queda rastro...
Pues tú no volverías por estas palabras,
ya que te escapaste dejando
sólo una llama de caprichos...
Una venda de castigo para tu escritor favorito.
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