Hagamos lo que pida la noche
al son de oscuras penas
y danzando sobre mínimas razones,
ahogados en el instante.
Son pocas las oportunidades
y tan altas las expectativas
que el azúcar de la luna despide
con aroma a breves ilusiones.
Hay contadas ocasiones
con sobradas y devotas horas
en la decisión taciturna
que apremia tu compañía.
A su momento tú lo contarás todo
y quizá evadiendo la verdad
sea de mi gusto quedar callado,
o viceversa haciendo eco ignorante.
Igual nadie va a comprender
que de estas ganas somos dos
los que ceden al amor
un olvido previo al desenfreno.
Si han de haber otras estrellas
igual brillarán bajo otro ocaso,
que el caso es este presente
con pactos de silencio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario